La dependencia que las sociedades van adquiriendo a medida que los avances tecnológicos se desarrollan día tras día es increíble; siendo casi imposible, para la mayoría, realizar sus actividades cotidianas prescindiendo de la electricidad, computadora, telefonía celular o acceso a Internet. Dicha dependencia se debe a que la tecnología de la información pasó a ser una herramienta fundamental e indispensable, en un mundo en el que virtualmente cualquier persona desde cualquier lugar puede comunicarse a través de la red.